B., M. S/RESTRICCIONES A LA CAPACIDAD
La Cámara de Apelaciones revoca la imposición de costas en proceso de restricción de capacidad y declara mal concedido el recurso de apelación contra los honorarios de los patrocinantes de la interesada. La decisión se fundamenta en la conducta de los denunciantes y en la evolución del estado emocional de la parte demandada.
- Quién demanda: Los progenitores de M. (denunciantes)
¿A quién se demanda?
La interesada, M., menor de edad
¿Cuál es el objeto del reclamo?
La declaración de restricción de capacidad y las costas del proceso
¿Qué se resolvió?
La Cámara revoca la imposición de costas y declara mal concedido el recurso contra honorarios
¿Cuáles son los fundamentos principales?
La sentencia señala que, en el proceso de restricción de capacidad, las costas deben ser a cargo del interesado, salvo que exista conducta maliciosa o error inexcusable del denunciante. "Los gastos ocasionados por la sustanciación del proceso de restricción deben recaer sobre el patrimonio del interesado, ya que en su interés se ha desarrollado el mismo," y que la denuncia inicial estuvo justificada en base a antecedentes médicos y de internación que daban verosimilitud a la misma. La evolución del estado emocional de la menor, reflejada en informes posteriores, justificó que las costas fueran impuestas por su orden, dado que no se acreditó conducta maliciosa o error inexcusable por parte de los denunciantes. En relación a los honorarios, la Cámara concluye que la parte recurrente no tiene interés en apelar la regulación, ya que no le causa perjuicio, y por ende, el recurso contra los honorarios debe ser declarado mal concedido.
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