NAVA LUDEÑA, TERESA IRMA c/ DIEZ, CARLOS s/DESPIDO
La actora promovió demanda por daño moral, psicológico y físico derivado de acoso laboral. La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo confirmó la sentencia de primera instancia que rechazó tales reclamos al considerar que la prueba aportada no era suficiente para acreditar los hechos denunciados.
¿Qué se resolvió en el fallo?
- La actora, Teresa Irma Nava Ludeña, demandó a su exempleador Carlos Diez por daño moral, psicológico y físico derivado de acoso laboral.
- En primera instancia, el juez rechazó estos reclamos al considerar que la prueba aportada no resultaba suficiente para acreditar los hechos denunciados por la actora.
- La actora apeló esta decisión, cuestionando la valoración de la prueba efectuada por el juez de grado.
- La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo confirmó la sentencia de primera instancia. Señaló que los testimonios presentados no acreditaban de forma fehaciente los episodios de maltrato alegados por la actora, dado que se trataban de declaraciones de testigos de referencia que carecían de eficacia probatoria. Además, indicó que los restantes deponentes hicieron referencia al trato autoritario que la actora dispensaba al personal a su cargo, sin que ella hubiera aportado prueba suficiente para acreditar los hechos denunciados.
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