M., M. G. c/ N., M. M. s/DAÑOS Y PERJUICIOS
El actor promovió demanda por daños y perjuicios derivados de la difusión de información falsa sobre su vida privada. La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil confirmó la condena al pago de una indemnización, concluyendo que la periodista demandada incurrió en una intromisión arbitraria en la intimidad del actor.
¿Quién es el actor?
G. M.
- Demandada: M. M. N.
¿Cuál es el objeto del reclamo?
Daños y perjuicios por difamación y violación a la intimidad
¿Qué se resolvió?
Se hizo lugar parcialmente a la demanda, condenando a la demandada al pago de $70.000 en concepto de daños por la afectación a la intimidad del actor.
Los principales fundamentos de la decisión fueron:
- El derecho a la intimidad protege jurídicamente la esfera reservada de las personas, incluyendo sentimientos, hábitos y costumbres, relaciones familiares, etc. Este derecho es oponible incluso a personas públicas, aunque con un menor umbral de protección.
- Si bien la libertad de expresión y prensa tiene un lugar preferente, este derecho no es ilimitado y debe ponderarse con el derecho a la intimidad, evaluando en cada caso la proporcionalidad y justificación de la intromisión.
- En el caso, la demandada reiteró en un programa radial información sobre una supuesta relación sentimental del actor, a pesar de que la otra persona involucrada lo había desmentido previamente. Esto constituyó una intromisión arbitraria e injustificada en la vida privada del actor, que lo afectó y mortificó en sus sentimientos.
- Si bien el actor tiene proyección pública, ello no lo priva de su derecho a la intimidad fuera del ámbito de su actividad conocida. La condena civil por daños no implica un atentado al ejercicio de la libertad de prensa.
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