C., A. I. C/ B., M. A. S/ALIMENTOS

¿Qué se resolvió en el fallo?

La actora, C, A I, demanda la fijación de una cuota alimentaria para sus hijos M y L, alegando que el padre, B, M A, posee altos ingresos, facturando aproximadamente $53.518.244 anuales, lo que, según su cálculo, justifica una cuota equivalente a 3 canastas de crianza. La jueza de primera instancia estableció la cuota en 1 y ½ canasta, considerando que los ingresos brutos deben ajustarse por impuestos y costos, y que las necesidades de los niños, de 17 y 8 años, no fueron suficientemente acreditadas por la actora. La recurrente argumentó que los ingresos del alimentante superan ampliamente lo que se tuvo en cuenta, y que las tareas de cuidado de los hijos recaen principalmente en ella, por lo que la cuota debería elevarse. La Cámara, tras analizar los informes económicos y las necesidades de los menores, concluyó que la valoración de la primera instancia no presenta error, que los ingresos brutos no equivalen a netos y que la cantidad de canastas de crianza solicitadas supera ampliamente el costo real de vida de los menores, según los datos del Indec. Además, resaltó que la parte actora no aportó prueba suficiente sobre las necesidades exactas de los hijos ni la proporcionalidad de la cuota respecto de dichas necesidades. Por ello, confirmó la decisión de fijar la cuota en 1 y ½ canasta, rechazando los agravios y manteniendo la cuantía establecida en primera instancia.